Catalan Creative Commons License 2004.04.12 0 0 877
El calvario de Patrick

El impasible entrenador del Barça se alteró el pasado sábado cuando, tras la brillante victoria del equipo, los periodistas buscaron su opinión sobre las últimas declaraciones de Patrick Kluivert. En un tono encendido, Frank Rijkaard respondió que su compatriota debe hablar en el terreno de juego.

Debió pensar Rijkaard que era injusto que los periodistas mostraran mayor interés por el malestar expresado por Kluivert que por el buen partido y el triunfo de récord en el campo del Valladolid. Pero Rijkaard debería saber mejor que nadie que Patrick sigue siendo uno de los mejores delanteros del mundo y, pese a quien pese, uno de los ídolos de la afición barcelonista.

Sobre Patrick Kluivert circula una especie de leyenda urbana que lo define como un delantero que nunca ve puerta. Sin embargo, encontraríamos pocos delanteros en el mundo tan regulares como Kluivert.

Desde que llegó al Barça en la temporada 98–99, los registros goleadores de Kluivert se mueven entre los 15 y los 18 goles en la Liga, y, si sumamos el total de competiciones, su promedio goleador es de 22 tantos por temporada. En porcentaje, Patrick marca un gol cada dos partidos.

En la Liga, Kluivert ya ha marcado 90 goles, cinco más que Rivaldo y seis más que Stoixkov, y se encuentra a tan sólo cuatro goles de convertirse en el tercer máximo realizador de la historia del Barça, por detrás de los inalcanzables Cesar y Kubala.

Patrick Kluivert ya se convirtió hace meses en el pichichi de la selección holandesa, por delante de cañoneros como Van Nistelrooy, Bergkamp, Van Basten o el propio Cruyff.

Kluivert es, además, un jugador integrado que, a diferencia de otros mitos, ya habla un catalán más que aceptable y que ha repetido una y mil veces que es feliz en Barcelona. Pero esta temporada se ha convertido en un calvario para Patrick por culpa de las lesiones y de una campaña para desprestigiar su imagen. Y, claro, todo tiene un límite.